Estoy muy orgulloso de lo que estoy haciendo,
básicamente porque no dejo indiferente, comprobado.
Hace unos días una madre se ofende por uno de mis correos y hoy inspección educativa me ha llamado la atención.
Me encanta.
Estoy trabajando en un centro educativo, me han pedido que interventa en 1º de ESO.
Entro en las aulas y les agito la mente sin compasión.
La propuesta de la primera sesión es sencilla, no es justo que yo les pregunte sobre su vida y ellos no conozcan la mía,
Así que durante 2 horas me pueden preguntar LO QUE QUIERAN sobre mi vida, mi único compromiso con ellos es contarles toda mi verdad.
Ya les aviso… no preguntéis lo que no queráis escuchar.
Te puedes imaginar, no se cortan un pelo.
Durante dos horas hablamos sobre los estudios, el futuro, la motivación, las relaciones, el sexo, la muerte, las drogas, la felicidad…
Y imagina si son curiosos y morbosos que una profesora ahí presente me ha preguntado:
– Vicent, ¿Cómo haces para que no te de miedo o te avergüence lo que cuentas?
– El error es creer que no tengo ni miedo ni vergüenza, la tengo pero lo hago igual, básicamente porque me debo a ellos.
Tienen entre 12 y 13 años y no te puedes imaginar la profundidad de las preguntas que me pueden llegar a hacer.
Al acabar la sesión se llevan un folio lleno de reflexiones potentes para poder aplicar a su vida.
A priori la propuesta parace interesante, ¿no?
Pues por la visto a la inspectora de educación que hoy ha visto parte de mi sesión no le ha gustado.
Mientras yo estaba dándolo todo una inspectora ha pasado por la puerta del aula donde estaba yo y se ha quedado mirando.
Según lo que ha escuchado: hay que controlarme, debo estar bajo supervisión. Digo muchas palabrotas y alguien tiene que asegurar que lo que digo es adecuado para los jóvenes.
No me he podido reír más.
¿En serio la mayor de las preocupaciones son las palabrotas que digo?
¿Qué es lo que propone? ¿Qué venga un tipo a sentase en una silla y ponerles un power point mientras ellos hablan con sus amigos de follar, de los efectos de los porros, del suicidio y de los problemas de imagen?
Porque es sobre eso de lo que me han preguntado,
jóvenes de 12 y 13 años… Flipa.
Yo con 12 años empezaba a tener pelillos en los sobacos, no me jodas.
Estos niños empiezan cada vez antes.
Mientras inspección educativa no me tire yo seguiré agitando consciencias, pero si ya se están quejando de lo que hago significa que voy por buen camino.
Ahora bien, visto lo visto, yo no contaría con que los centros educativos cuenten con herramientas punteras para ayudar a tu hijo, porque por lo visto, todo lo que huela a revolucionario y transgresor no lo van a ver con buenos ojos.
Yo de ti, cogería cartas en el asunto, para ser tú quién lidere el bienestar de tu hijo.
Espectáculo Formativo Familias Estelares.
Por mucho más,
Vicent.
pd. Por cierto, han sido la dirección y los profesores quienes han defendido el trabajo que hago en el centro, parece que aguantaré un poco más. Te sigo informando.