Llevo todo el fin de semana en Madrid.
Esta vez por un evento de uno de mis grandes referentes en venta y comunicación.
Me confieso,
Soy adicto a este tipo de eventos.
Me da igual que sea como asistente,
Como staff,
Como ponente invitado,
O formador principial.
Me vuelven loco,
No solo por todo lo que aprende o las maravillosas personas que conozco, sino también por lo bien que me lo paso.
Quizás por eso tengo el mío,
Para poder recibir mi dosis a mi gusto 100%.
A lo que iba,
Hoy domingo estaba hecho polvo.
La falta de sueño, la intensidad y el viaje me han pasado factura.
Estaba que me caía.
Ya me había tomado un par de cafés,
Cuando una mujer me ofrece unos polvos para despertarme.
Vale, seré más preciso.
No era cocaína, eran vitaminas con guaraná.
Tampoco era una extraña, era una amiga del staff que con muy buena voluntad me los ofreció para que levantara cabeza.
Yo nunca los había probado,
Los disuelvo en agua,
Le doy un sorbo temiendo que supiera a frenadol, pero no, estaba rico, sabía a frutos del bosque.
Me lo tomo y a esperar…
A la media hora, llamo a una clienta y me pongo a andar,
Me miro al espejo y…
¡¿Pero qué coño?! Tengo todos los brazos, la cara y las orejas rojas. Como si me hubiera dado una reacción alérgica.
Me voy a mi amiga y le digo… La hemos liado.
- ¡Vamos a la farmacia a por un antiestamínico!
Y ahí nos ves…
Ya a la vuelta, con la incertidumbre de ver mi evolución, cogemos el bote de polvos mágicos y me da por leer la prescripción.
“No te asustes si te pones rojo como un tomate, es normal, se pasa a los pocos minutos”
No ponía eso pero vamos es lo que quería decir.
Lo mismo pasa con tus hijos,
Ves su reacción y te acojonas.
Es normal, pero porque no has leído su prescreipción.
Si lo conocieras le entenderías,
Si lo conocieras sabrías cómo reaccionar,
No cundiría el pánico y disfrutarías de la experiencia de tenerlo.
Pero no lo has leído.
En mi Espectáculo Formativo de Familias Estelares.
Si quieres te cuento cómo funciona,