Estoy muy orgulloso de mí.
No me doy cuenta de cuánto he avanzado hasta que vivo un momento de crisis y, sin haberlo previsto, sin premeditarlo, sin prepararme para ello o fingirlo… reacciono de una manera totalmente diferente a como solía hacerlo.
¡Ojo! No es casualidad, es el fruto de entrenarme constantemente, pero tengo que reconocer a veces me juzgo por no estar avanzando y, por suerte, días como hoy me demuestran que todo el esfuerzo merece la pena.
Esta noche hemos ido a jugar a juegos de mesa a casa de unos amigos.
Sí, es uno de mis vicios, otro día te cuento sobre ello.
La verdad es que el día en general ha sido muy, muy bueno y la velada tremendamente agradable.
Pizza, cervecita, juegos de mesas, risas, piques y muy buen rollo. Parecía que la noche iba a salir bordada, pero, obviamente, la vida siempre me pone a prueba.
Al bajar de su casa nos dirigimos a la furgoneta y al sentarme mi pareja me dice,
– Vicent, ¿has visto esto?
Me bajo, me dirijo al lateral de la furgoneta y me veo varios huevos reventados en el cristal. Todo chorreando de huevo…
En el pasado me hubiera cagado en la ostia puta. En el pasado me hubiera indignado por quién habrá sido el imbécil que no ha tenido mejor idea que entretenerse tirando huevos…
Pero hoy no ha sido así, hoy lo he visto y he sonreído.
No porque me haga gracia, sino porque he pensado que podría haber sido tu hijo.
Al fin y al cabo, ¿Quién se puede dedicar a tirar huevos a los coches aparcados? Alguien que está necesitado de amor, de tener que demostrar que es un rebelde, que a él no se le puede oprimir, que no le importan las consecuencias que pueda tener…
Imagínate cuál debe ser su contexto en casa para tener que tirar huevos para demostrar que es «libre».
Lo he visto, he comprobado que el cristal no estaba roto, quizás eso sí me hubiera tocado los huevos (valga la redundancia), he sonreído y me he vuelto a meter en el coche.
Joder, no me he alterado, no me ha molestado, lo he aceptado, lo he entendido y no me ha estropeado el día.
Si no estuviera entrenado me hubiera jodido la noche. ¡Qué agradecido estoy del camino que he elegido!
Es a esto a lo que me dedico, a enseñarte cómo tomarte la vida para no amargarte, pero no solo para ti, también para tu hijo.
Imagínate qué clase de ejemplo serías para tu hijo si al ver eso te pones hecho una fiera, buscando por todo el parque quién ha sido el gilipoyas que lo ha hecho, buscando venganza para poder gestionar la ira que llevas dentro… ¿Qué clase de enseñanzas le estás dando a tu hijo desde el ejemplo?
Luego querrás que cuando le pase algo sepa sobreponerse, que no le duela, que sepa encajar el golpe, aprender de él y hacerse más fuerte.
Le pedirás que sea la persona que tú no eres.
Por eso quiero que aprendas mucho más que a relacionarte con tu hijo, quiero que aprendas a ser el ejemplo que necesita.
Por eso, para ayudarte, he montado un Espectáculo Formativo:
Espectáculo Formativo Familias Estelares.
Por mucho más,
Vicent.
pd. A los pocos minutos me ha parado la policía para hacerme un control de alcoholemia. He bajado la ventanilla y me pregunta:
-¿Lleva algo que declarar? ¿Drogas, armas o otras pertenencias ilegales?
Y yo le contesto…
– A parte del huevo que me han estampado contra el cristal estando aparcado, nada.
Y me dice,
– ¿En serio?
– En serio.
Sonríe y me dice… anda pasa. Y nos han dejado pasar sin soplar.
Joder qué maravilla aprender a tomarse la vida así.
Lo dicho,